Arango, a pesar de no ser delantero, es el máximo goleador de la vinotinto (Foto Vicente Correale)

Galáctico a la criolla

Juan Arango, el máximo goleador de la vinotinto, piensa que es posible ir al mundial

Kelvy Pirela

En la primera oportunidad que se presentó, Juan Arango agarró sus maletas y se fue del país. Ya en 1999, defendiendo los colores del Caracas FC en la extinta Copa Merconorte, el maracayero se había codeado con equipos como Sporting Cristal de Perú, Emelec de Ecuador y el Independiente de Santa Fe, incluso le marcó un gol al representativo colombiano.

Esperaba que una puerta se abriera, trabajaba para ello consciente de que en Venezuela ser futbolista no era rentable, hasta que lo esperado ocurrió. México le abrió los brazos y Arango no se negó a dejarse arropar.

De ese viaje han pasado casi cuatro años y de aquel Juan, el que con apenas la mayoría de edad resolvió buscar nuevos horizontes, queda realmente poco.

Sus cabello corto muy al estilo militar y sus pronunciados dientes delanteros que lo hacían parecer a Bugs Bunny, el conejo de la suerte, casi desaparecieron.

En la actualidad necesita una cinta para mantener su pelo largo quieto en su lugar y hasta lleva unas "mechitas" amarillas.

El Juan de ahora ríe y muestra sus dientes resguardados por el metálico brillo de unos frenillos que le han dado mejor ubicación.

El es ahora un chico de esos que llaman fashion, al que le encanta lucir cómodo, muy a la moda; al que le encanta chatear en una computadora para estar en siempre "onda con los cuates".

Hasta su acento varió. Sus altos y bajos se traducen en mexicano, no en vano, su apodo no es "juancho", ni "juancito", sino "juanito" al más mero estilo azteca.

"Cada quien está expuesto a los cambios y los toma o los deja según el momento que vive. Afortunadamente a mí me han dado resultados favorables".

Intacto en la cancha
Lo que no ha cambiado en él es la manera de explotar en la cancha, sus potentes zurdazos y su forma de celebrar cada gol, con un beso a su anillo que explica: estado civil casado.
Ganar para él es un motivo, eso tampoco ha cambiado.

"Cada vez que salgo a la cancha es como el primer día, lo hago pensando sólo en triunfar y en conseguir, por lo menos un gol".

Arango, al igual que muchos de los seguidores de la selección, afirma que Alemania no queda tan lejos.

"¿Que si podemos ir al Mundial? ¡Claro! por eso estamos trabajando".

El apellido del mediocampista es también sinónimo de gol, algo desde siempre negado a eso de haber nacido en Venezuela.

"Ser venezolano te sugiere poner siempre un extra en la cancha. Apenas el mundo comienzan a darse cuenta que los de mi tierra podemos jugar al fútbol".

Sus tres goles en la actual eliminatoria suramericana al Mundial, conseguidos uno a uno en los últimos tres partidos, hacen confundir su nombre en la tabla de goleadores entre los opulentos Joaquín Botero, Javier Chevantón, Pablo Aimar, Hernán Crespo, Ronaldo y Diego Forlán, todos con brillo propio e integrantes de clubes de mucha relevancia en todo el mundo.

"Me propuse eso de hacer goles, pero eso depende mucho de cada juego. Como se sabe este es un deporte de conjunto, pero por suerte me ha tocado a mí ser el hombre gol, como igualmente le pudo o le puede tocar a otro. Sólo espero que las dianas se sigan dando y que las cosas continúen así, por el bien de la selección y del país".

Norte definido
El chico que se formó en la escuela de fútbol de la UCV de Maracay, de la mano del profesor Ramón Borges y de David Mota -quien integró la primera vinotinto en 1965- es uno de los futbolistas venezolanos de mayor proyección.

"Mi relación con el Puebla termina en mayo, tengo algunas propuestas, pero prefiero no mencionarlas".

Se habla de que más temprano que tarde estará en en balompié europeo.

Tres dianas épicas
1.Trascurría el minuto 9, y al borde del área, Arango le dio un zurdazo al balón que dejó sin opción al portero colombiano. Venezuela ganó 0-1 a Colombia en Barranquilla. Así comenzó la historia de las victorias.

2.José Manuel Rey acababa de igualar las acciones al minuto 90 y cuando parecía que un empate era bueno, Arango la metió otra vez desde el borde del área y Venezuela derrotó 2-1 a Bolivia.

3.Dos goles ya eran un logro fascinante ante Uruguay, pero el mediocampista Héctor González centró un balón desde el sector derecho de la cancha, justo al área por donde entraba Arango, quien sin detener su marcha la bajó y se la llevó con el cuerpo. En su carrera se pasó un poco y rematar se le hacía incómodo, así que la enganchó, como pudo, con la izquierda y consiguió meterla. Fue el gol definitivo del histórico 3-0 sobre los celestes en el Centenario.